El Cándido Mendez y el Fernández Toxo no merecen ni un céntimo de nuestros impuestos y ni muchisimo menos de nuestras "cuotas" sindicales. El cinismo, la cara dura y el despotismo de estos personaje liberados no tiene límite.
El paro de caballo que sufren los trabajadores, las numerosisimas personas que tienen a toda su familia sin trabajo no debe preocuparles lo más mínimo, ellos tienen el buche repleto, la barriga amplia y horonda, los bolsillos llenos y el tiempo libre suficiente para sus fechorias, todo menos el trabajador.
Estos consentidos y amamantados prohombres, estos "luchadores" por la clase obrera, estos sacrificados y "honrados" "contribuyentes" no deberían pasar desapercibidos para nadie. ¡Ojo con ellos de demócratas nada!.
España estaba en paz o al menos lo aparentaba, tuvo que venir el embustero Zapatero y sus secuaces, tuvo que la justicia politizarse hasta la nausea, tuvo el "nacionalismo" que enseñar su ponzoña para que la paz tan tristemente lograda, para que la concordia ganada con el sacrificio de muchos españoles se resquebrajase apoyada y jaleada por indecentes "artistas", sindicaleros y políticos de baja estofa y escasos conocimientos y sentimientos.
¡Porca miseria"
ASCO
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