martes, 30 de noviembre de 2010

SIN FRENOS AL PRECIPICIO


Las elecciones catalanas han servido entre otras cosas, para reflejar la imparable caída del embustero y sus huestes.
De nada va a servirle el posible pacto con la ETA o el triste deambular entre sus amigos de siempre, el Chávez no le dará ni un céntimos y ni mucho menos Gadafi, Evo, Castro o el inefable y criminal Ortega, son esos los amigos del embustero y hasta ahí nos ha llevado el que nos ofreció jugar "la champión legae".
Un día, una hora, un mes más que pase este cara dura en el sillón presidencial alargará nuestra nuestra angustiosa enfermedad. Nadie en Europa le cree y nada digamos de los demás, Canada, Chili o EEUU; su incompetencia nombrando ministros y ministras a los que más le aplaudían o se reían de sus chistes y ocurrencias, traen estas consecuencias; oír a la chiquilla este de Leire Pajín decir que Ernest LLuch "no era tampoco médico cuando fue ministro" es de locura manifiesta. Ignora esta "señorita" que Ernest Lluch era catedrático y un humanista reconocido cuya valía era admirada y respetada por todos y esta..Leire, lere, lere le usa como elemento de comparación con una poco más o menos anafalbeta, que ni tan siquiera pudo aprobar primero de "sociología".
Pues es así este gobierno de patanes, vividores de la política y sin más arte que el engaño, el todo vale por el poder y la pasta y , desconocedores de la honradez y el estudio, les da más 8 que 80.
Por favor, si queda algún socialista sensato, que los habrá, echar a estos sinvergüenzas revanchistas e ignorantes por el bien de todos.
Votar, votar Pz(oe)

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