martes, 14 de febrero de 2012

UN MOMENTO POR FAVOR...

Dos cuestiones son actualidad rabiosa. Por una parte, el sobreseimiento de la acusación de cohecho impropio al Juez magnifico, nos ha dejado a los mortales anonadados, por lo menos yo si lo estoy; dicen que ha prescrito el delito y un servidor no lo entiende, más aun cuando el propio TS reconoce lo siguiente
"El Tribunal Supremo señala que “ha quedado suficientemente acreditado” que Garzón incurrió en un delito de cohecho impropio". 

Un servidor cree que a los jueces no deberían aplicar se les la "prescripción" del delito, es más, deberían ser ejemplo de ecuanimidad y justicia, pero eso ya se sabe que dentro de ese colectivo son muy, pero que muy pocos los que cumplen con esa norma de vida.
A Garzón, que pidió dinero descaradamente  a todo quisque, con membrete de la Audiencia, para impresionar supongo, y que después no se abstuvo, ni se apartó de los juicios y demandas a sus benefactores, debería caersele, que todos sabemos que lo ha hecho, la cara de vergüenza y con él a todos sus defensores. Solo le salvo la prescripción del delito y esto es un demérito en la carrera del Garzón.
Los partidarios de este elemento, ya se sabe quienes son, y no son precisamente exponentes de la democracia, el sentido común y la elegancia en su comportamiento y Dios quiera que este juez acabe en la política, ahí se verían los apoyos que realmente tiene, ya se sabe que "hay gente pa tó", dicen que se está haciendo una caza despiadada porque lucha contra el franquismo. Miren ustedes, si después de 50 años de la muerte de Franco se sigue hablando de él, tenemos la situación que merecemos y eso que son más o menos ciento un chalaos de mangantes y "mangantas".
Luego queda el asunto "Rubalcaba y Cía". A los "pobres" sindicatos se les ha acabado el chollo inmenso de la educación y adoctrinamiento sostenido. Son nada más y nada menos que 600 millones de euros que se iban para "la formación" de los trabajadores en cursos con ¿docentes? de excasa o nula preparación, había para todo, ordenadores, libros, complementos y jugosas retribuciones al "profesorado" al que se accedía, claro está,  desde, por y para el sindicato o partido, dependiendo del fuera el momento.
A esta "bolsa" también accedía el empresariado, aunque con mucha menor cuantía, únicamente las empresas muy grandes tenían aulas y tiempo para impartir la enseñanza al trabajador, se les acabó también justificar gastos.
Ahora el trabajador es libre para perfeccionarse o adquirir el conocimiento necesario para "ajustarse" a las nuevas técnicas. ¿Creen ustedes de verdad que el sindicato lo va ha consentir?. Pues no.
Entre Garzón y Rubalcaba y Cía, la huelga general y la indefinición, en la reforma laboral de los trabajadores entre 30 y 45 años, que no está nada clara, cerramos este comentario con una reflexión: ¿Que he hecho yo para merecer esto?

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